¿Quieres eliminar la grasa localizada que se resiste a la dieta y al ejercicio? La carboxiterapia corporal ofrece una solución eficaz y sencilla con la que es posible trabajar pequeñas áreas con acumulaciones de tejido adiposo como las que aparecen en la zona abdominal. Pero, además, permite mejorar otros inconvenientes como la celulitis, la flacidez o las cicatrices en la piel. ¿Quieres conocer la carboxiterapia beneficios? A continuación, recorreremos las diferentes ventajas y contraindicaciones de esta técnica.

¿Qué es la carboxiterapia corporal?: un procedimiento no invasivo e indoloro

La carboxiterapia es un tratamiento que se basa en la infiltración controlada de dióxido de carbono (CO2) en el tejido adiposo o a nivel subcutáneo. Se trata de un gas seguro que favorece la circulación al mismo tiempo que genera la relajación de los tejidos subcutáneos. Al aplicarse, se provoca la generación de oxígeno y, como resultado, se aumenta el riego sanguíneo en el área en el que se ha inyectado.

Así, con el incremento del oxígeno se estimula un proceso lipolítico que desencadena la combustión de la grasa. Esto ayuda a remodelar los contornos corporales deshaciendo los cúmulos de grasa localizados y mejorando la apariencia de la celulitis. El resultado es una piel más lisa y firme, ya que el CO2 también favorece la formación de fibras de elastina y colágeno.

Aunque se aplica mediante inyecciones, es una técnica que es indolora para el paciente; las agujas que se emplean son muy finas y producen pocas molestias. Además, no se requiere de ninguna preparación o cuidado especial para recibir el tratamiento. Suelen ser necesarias en torno a 10 sesiones y sus efectos comienzan a apreciarse a partir del mes. Esto se debe a la capacidad regenerativa de la carboxiterapia, de ahí que sea necesario un tiempo para que el cuerpo renueve los tejidos y sea visible.

¿Cuáles son los beneficios de la carboxiterapia corporal?

Aparte de combatir la grasa localizada y reducir la celulitis, el procedimiento con carboxiterapia corporal entraña otra serie de beneficios:

• Es una técnica sencilla y rápida, cuyas sesiones suelen durar aproximadamente entre 10 y 30 minutos, dependiendo de las zonas a trabajar. Tras el tratamiento, la persona puede hacer vida normal y no interfiere en su rutina.
• Reconstituye los tejidos y mejora la calidad de la piel. Así, la piel se ve rejuvenecida y más tersa gracias al fomento de la microcirculación.
• Estimula la regeneración de las fibras de colágeno. Esto se traduce en la recuperación del volumen perdido en la piel y, en consecuencia, esta se apreciará más firme, con menos flacidez y con mayor elásticidad.
• Ayuda a disminuir cicatrices y estrías. Al estimular la producción de colágeno y la circulación sanguínea, las marcas de la dermis se difuminan y se hacen menos evidentes. El CO2 es especialmente efectivo en las cicatrices violetas; aquellas que aún no han cicatrizado del todo.
• La carboxiterapia es un procedimiento que utiliza el CO2, un componente presente en el organismo, por lo que la probabilidad de padecer efectos secundarios es mínima.
• Se puede aplicar en el abdomen, los flancos, las caderas, las rodillas e incluso la papada para eliminar las adiposidades localizadas.

Como ocurre con todos los tratamientos estéticos, los resultados pueden prolongarse si se llevan a cabo unos hábitos de vida saludables, especialmente cuando se ha empleado para la remodelación corporal.

Carboxiterapia contraindicaciones: un tratamiento natural que se desaconseja en pocas ocasiones

De manera general, cualquier persona que tenga buena salud puede ser candidata para someterse a un tratamiento de carboxiterapia corporal. Sin embargo, como en todas las intervenciones estéticas, se desaconseja en una serie de casos concretos:

• Si se padece epilepsia.
• Si existe hipertensión arterial no controlada.
• Si hay patologías que dificulten el intercambio gaseoso, como el asma bronquial o un enfisema.
• Si se sufre insuficiencia cardiaca o respiratoria.
• Si se está embarazada o en período de lactancia.

En cualquier caso, iniciar un proceso de carboxiterapia corporal requiere de la evaluación previa del especialista. Será quien, conociendo el historial de salud del paciente, haga las recomendaciones adecuadas a la situación personal que se presente.