Los hilos tensores son una de las principales técnicas de tensado facial sin cirugía. Este tratamiento de rejuvenecimiento facial se lleva a cabo mediante un sistema de tensado cutáneo biocompatible que crea bajo la piel una especie de “red” que soporta los tejidos, provocando un efecto lifting inmediato. Además, como respuesta al tratamiento, nuestra piel comienza a sintetizar más colágeno y elastina alrededor de la sutura, lo que provoca una redensificación de la dermis y un tensado de los tejidos también a largo plazo.
El tratamiento con hilos tensores se lleva a cabo implantando los hilos en las capas profundas de la piel a través de una cánula muy fina. El recorrido del hilo se guía mediante una aguja y, una vez colocado en su sitio, se fija mediante unos pequeños arpones que lleva adosados y la aguja se retira. Aunque puede parecerlo, no es un tratamiento doloroso para el paciente.
Es importante destacar que la síntesis de colágeno y elastina que genera la piel como respuesta a este tratamiento es progresiva y dura alrededor de 12-18 meses, incluso más dependiendo de si la persona tiene hábitos que favorecen y potencian la firmeza de la piel.
Beneficios que obtenemos con los hilos tensores
Efecto lifting inmediato.
Efecto tensor a largo plazo por la potente síntesis de colágeno.
Los hilos tensores están hechos de un material biocompatible, lo que favorece su seguridad, además de ser reabsorbibles.
Los efectos del tratamiento pueden verse hasta pasados los 18 meses.
Es una técnica prácticamente indolora.
Mejora la calidad de la piel en general.
Más sobre el tratamiento de la flacidez con hilos tensores:
El tratamiento con hilos tensores está indicado en casos de flacidez leve o moderada de personas que no quieren pasar por el quirófano. Como hemos comentado anteriormente, la seguridad de este tratamiento es altísima, ya que llevamos muchos años utilizándolos tanto en medicina estética como en otras especialidades. Su material es biocompatible, por lo que no hay problemas de rechazo, encapsulamiento o migración.
Por otro lado, el propio hilo se reabsorbe con el paso del tiempo hasta aproximadamente los 18 meses. Pasado este tiempo, valoraríamos la zona mediante ecografía facial para analizar el estado del material y saber si podemos repetir el tratamiento.
El tratamiento con hilos tensores no requiere baja laboral y no necesita medidas concretas de recuperación, más allá de no masajear la zona durante los primeros días y no combinarlo con otros tratamientos faciales que pudieran afectar a la integridad del material.
