¿Sabías que se pueden eliminar los síntomas del bruxismo? Se consigue a través de un tratamiento que ha demostrado su gran eficacia a lo largo de los años para tratar diferentes problemas relacionados con los movimientos musculares involuntarios, las migrañas o incluso para remediar la sudoración excesiva. Por ello, es una solución que permite reducir las contracciones inconscientes de la mandíbula y mejorar, así, nuestra salud. Las clínicas han incorporado este tratamiento a su catálogo, ¡descubre los detalles!

Tratamiento para bruxismo: ¿por qué rechinamos los dientes?

El bruxismo es un movimiento muscular de la zona de la mandíbula, en concreto de los músculos masticatorios, que se produce de manera involuntaria. Puede darse de día, pero es común que se produzca mientras dormimos. Es lo que habitualmente se conoce como rechinar los dientes, aunque también conlleva a apretar la mandíbula más de la cuenta.

Sus consecuencias más notables se dan en los propios dientes, que tienden a desgastarse y dañarse, pero también en las articulaciones y en la musculatura del área. Como resultado, el proceso de masticación puede volverse doloroso e incluso las molestias pueden volverse crónicas debido a la presión constante a la que se somete el músculo masetero. Nos preocupamos de cómo cuidar la dentadura sin valorar que hay problemas que van más allá del cepillado. Además, se le pueden sumar cefaleas, lo que termina provocando gran malestar. Entre las diferentes causas del bruxismo se encuentra el estrés y la ansiedad, pero también una alineación inadecuada de la mandíbula.

Sin embargo, se puede usar el tratamiento para evitar el bruxismo, ya que se realiza infiltrando una sustancia que induce a la relajación muscular en las zonas en las que se aplica. Vamos a conocer todas sus ventajas para tratar este trastorno.

Beneficios del tratamiento en bruxismo

Las infiltraciones, tienen múltiples usos en la actualidad, además de los estéticos. Para este tratamiento, se utiliza una sustancia que debilita la acción muscular, de ahí que se utilice para evitar las arrugas o reducir los síntomas de determinados trastornos neuromusculares.

El tratamiento para el bruxismo se aplica mediante pequeñas inyecciones en los músculos encargados de mover la mandíbula. Esto consigue disminuir los movimientos involuntarios sin afectar a la capacidad de masticación. Así, el músculo no se ve sometido a la presión constante y consigue aliviar las molestias derivadas. Al tratarse de un procedimiento ambulatorio y poco invasivo, el paciente puede continuar con su vida normal tras la sesión.

Sus efectos empezarán a notarse tras 2 o 4 días después de la aplicación, y tienen una duración entre los 6 y 9 meses. Tras ese periodo, es conveniente volver a ponerse en manos de un profesional para que evalúe de nuevo el caso y para que considere la necesidad de una nueva sesión.

¿En qué consisten las inyecciones para el bruxismo?

Las inyecciones para el bruxismo son una forma sencilla de solucionar las consecuencias de este problema, de manera efectiva e inmediata. No necesita de recuperación y no son dolorosas. Además, tras la aplicación, no se requiere del uso de férulas de descarga, por lo que incrementa la comodidad del paciente en su vida diaria.

Con el tratamiento para el bruxismo tus dientes dejarán de sufrir y de deteriorarse debido al desgaste. Y por supuesto, las cefaleas dejarán de ser un problema al evitar las contracciones involuntarias de la musculatura de la mandíbula.